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La realidad es tan horrorosa como los monstruos de fantasía

Llega Lovecraft Country, horror y racismo en los Estados Unidos de los años 50

Deambulando entre componentes históricos y sobrenaturales, Lovecraft Country propone una excursión aterradora hacia el corazón del racismo de la década del ’50 en los Estados Unidos. La esperada serie, que se estrena este domingo por HBO, llega en un año de fuertes reclamos contra la discriminación. 

Cuenta con el aval de dos grandes nombres como productores: Jordan Peele, el director de la película exitosa «¡Huye!» (Get Out) y JJ Abrams, hombre detrás de Lost, Westworld y algunas de las últimas entregas de Star Wars. El nombre de la tira, que está basada en la novela homónima de Matt Ruff, tiene fuerte impronta literaria ya que hace referencia a HP Lovecraft, escritor considerado el padre del terror fantástico. 

La trama está construida como una suerte de road movie. El protagonista es Atticus Freeman (Jonathan Majors), veterano de la guerra de Corea y fanático de los libros de Lovecraft. Sale en busca de su padre desaparecido, Montrose (Michael Kenneth Williams), en compañía de su amiga de la infancia Letitia (Jurnee Smollett) y de su tío George (Courtney B. Vance). 

Durante su travesía en auto, que comienza en Chicago, los tres deberán luchar para sobrevivir en la hostilidad de un territorio regido por las leyes segregacionistas de la década de 1950. Deambulan entre los horrores del racismo y otros monstruos sobrenaturales que acechan al caer la noche.

Con despligue visual, impacto y una vuelta de rosca sobre lo más clásico del género, Lovecraft Country muestra que hay pocos montruos más espantosos que el racismo.