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Plataformas y puzzles rodando sin parar

De esto va Skully, el indie de Finish Line Games

El género de las plataformas es un ambiente que recibe nuevos títulos bastante seguido, y más de estudios indies, esta vez toca hablar de Skully, una obra del pequeño estudio Finish Line Games que llega a todas las plataformas actuales. Un título verdaderamente sencillo en lo que respecta a su planteamiento pero que resulta bastante agradable de jugar, combinando de forma acertada las plataformas con otros elementos.

¿Y quién es el protagonista de esta aventura plataformera? Pues, como su propio nombre indica, una pequeña calavera. Un pequeño ser que tiene cumplir una misión tan tonta como funcional, que tiene lugar en una pequeña isla. Resulta que en dicho lugar vive una familia en la que, antaño, todos sus miembros se llevaban perfectamente… algo que no sucede ahora mismo. Resulta que dicha familia se ha dividido y, básicamente, nos toca actuar como un elemento unificador (por así denominarlo). Una excusa como otra cualquiera para recorrer casi una veintena de niveles no especialmente variados pero sí lo suficientemente entretenidos como para que merezca la pena el viaje.

Dando vueltas con una calavera

Uno de los aspectos que más gracia otorgan a este título tiene que ver con la forma que tiene la protagonista de desplazarse por los decorados durante la mayor parte del tiempo. Y es que al tratarse de una simple calavera, lo único que puede hacer es rodar por el suelo como si se tratara de una pelota, si bien también tiene la capacidad de realizar saltos así como desplazarse por zonas determinadas de las paredes donde se acumula la vegetación, pudiendo aferrarse a esta. Básicamente, nuestro cometido principal es ir avanzando por escenarios más o menos sencillos pero de diseño intrincado tratando de evitar tocar el agua, la letal lava y demás peligros que dañan a la protagonista. Y mientras lo hacemos, también es necesario ir recogiendo unas flores (a cientos de ellas en cada fase) que normalmente nos marcan la ruta a seguir y, también, lidiar con algunos enemigos.

Podemos rodar a velocidades bastante elevadas por escenarios de diseño cada vez más intrincado. ¡Cuidado con el agua y la lava!

A esta fórmula de juego básica se une la gran habilidad que posee Skully y que tiene que ver con su capacidad para transformar su cuerpo en varios seres tan feos como útiles. Unos monstruos de arcilla que sólo pueden ser «modelados» en ciertos puntos de control, los cuales vienen a ser una especie de pequeños charcos de arcilla. ¿Y qué pasa cuando sucede esto? Pues que conseguimos nuevas habilidades, las cuales deben ser utilizadas convenientemente para sortear ciertos obstáculos, acabar con los rivales, superar zonas plataformeras más complejas o, también, para superar algunos puzzles bastante sencillos en general. En función del personaje de arcilla que creemos ganamos unas aptitudes u otras que nos permiten desde destruir ciertas paredes a manipular determinadas plataformas diseminadas por los escenarios, correr más rápido, efectuar dobles saltos o lanzar ataques devastadores.

En determinados puntos podemos convertirnos en estos seres que están dotados de habilidades especiales.

Entrando a analizar su apartado técnico, se trata de un título bastante humilde en general, aunque tampoco es que sea malo. La apariencia de la propia protagonista como de los propios monstruos en los que puede transformarse es graciosa. Los decorados poseen el nivel de detalle justo, pero por lo menos nos permiten atravesar secciones claramente diferenciadas. En fin, que estamos ante el típico juego indie que técnicamente cumple, pero sin demasiadas pretensiones. El apartado sonoro mejora ligeramente lo expuesto en la faceta gráfica, así como de un doblaje en inglés correcto (textos en español) y efectos variados y bien realizados.

Esta nuevo título nos propone afrontar una aventura de corte plataformero en 3D dotada de bastante encanto debido a lo llamativo de su protagonista, una calavera. Su capacidad para desplazarse rodando por los decorados y, más todavía, su curiosa aptitud para transformarse en diversos personajes aportan cierta frescura a su desarrollo, si bien no es una idea especialmente original dado que ya hemos vivido situaciones similares en muchos otros juegos que vinieron antes. Pero en cualquier caso, es una aventura que no está mal diseñada y que resulta bastante interesante si les gusta el género de los saltos en 3D. Un juego notable en general.