A pocos dejará indiferente el título de la nueva apuesta juvenil de Netflix, ya que es difícil asociar a una religiosa con la violencia. Sin embargo, La Monja Guerrera va más allá de estos conceptos al redibujar la historia original en que se basa.
Su origen es el cómic estadounidense Warrior Nun Areala, publicado por primera vez por Ben Dunn en 1994, teniendo como inspiración el manga japonés -en un estilo bautizado amerimanga- y como eje las aventuras de una religiosa que porta el espíritu de una valkiria.
La serie se centra en Ava, una adolescente huérfana que se despierta en una morgue y descubre que ahora tiene superpoderes. Es la elegida para portar el Halo, una poderosa arma de una secta de monjas destinadas a pelear contra los más oscuros demonios.
Un camino lleno de dudas en el que contará con el apoyo del Padre Vincent (Tristán Ulloa), Mary (Toya Turner) y la Hermana Beatrice (Kristina Tonteri-Young), y algo de oposición por parte de la Madre Superiora (Sylvia De Fanti) y el Cardenal Duretti (Joaquim de Almeida).
Las primeras reacciones a esta nueva serie fue realmente positiva. Ya es tendencia mundial, encontrándose entres las 3 producciones más elegidas, solo por detrás de Dark y Las Chicas del Cable en muchos países. En resumen, The Warrior Nun viene a sumarse de buena forma a la oferta de series juveniles basada en cómics -como The Umbrella Academy o El mundo oculto de Sabrina-, con su singular y femenina mirada a una heroína que se debate entre lo humano y lo divino.